Hay días que hubiese preferido no levantarme.... o sencillamente no existir ; mejor, dejar de existir por un tiempo para evitar tanta revoltura, tanta desazón, tanta nostalgia pegajosa.
Si pudiese desprenderrme de los recuerdos..., si al menos no vinieran impregnados de sensaciones ciegas y con ese dolorcito agudo y tenaz que está taladrándome un hueco enorme en algún lugar que no llego a definir.....
Cuando era pequeña tenía una muñeca con pilas en la espalda. Si el juego terminaba le quitaba las pilas y la pobre " Dulcita" quedaba inerme en un lugar del cajón de los juguetes. Al menos descansaba de los avatares a los que yo la sometía. Debe ser ese espacio, el de las pilas, el agujero que me está creciendo por dentro.
Hay días que me gustaría quitarme las pilas que me hacen sentir, para moverme como una autómata descorazonada y no tener que soportar los recuerdos de sus oscuros y perversos abrazos y hacer como él , andar por la vida desposeída de piél, de alma, de sangre en las venas y sentirme, como él , el amo del mundo y el rey de las fiestas aún sabiéndose una Sombra gris y helada.
Gracias Lola por dejarme entrar en estas páginas tuyas que, al fin y al cabo, forman parte de ti. Un beso muy fuerte, con todo mi cariño... Rosa.
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