EL BALCON DE LOLA

No soy escritora, pero me gusta coquetear con las palabras y alinearlas en cuentos e historias. Aquí quedan todos colgados en este balcón, para que tú puedas recrearlos, y yo sacar mis sombras a orearse. Lo hago sin ánimo de ofender, sin pretensiones de deslumbrar, tan sólo con la intención de compartir con quien pase a mirar y tal vez se quiera quedar.

lunes, 27 de diciembre de 2010

OTRO AÑO, DE NUEVO

       Entrará dentro de pocos días; en apenas un minuto pasaremos de año como si traspasáramos a otra vida. No entiendo este empeño de celebrarlo por todo lo alto. Acaso cada minuto del año no es  año nuevo?

       Reconozco que también me dejo llevar por la algarabía del momento y las nostalgias de lo que dejamos atrás; en cambio,  no soy de las que  hace propósitos de año nuevo. Cuando una está llena de buenos propósitos permanentemente hacia sí misma y hacia los demás, aunque suene a petulancia, cuando diriges tu vida con el control que  conducirías un Ferrari de fórmula 1,  no necesitas estas fechas para eso.
    El tomar decisiones constantemente sobre tu propia vida, qué hacer, qué no hacer, lo que quieres y lo que no,. en definitiva vivir, es bastante rentable así; se pueden tener varias vidas al precio de una. Comprendo que ésto puede resultar vertiginoso para los que viven aletargados, como  mi hermano , que me dice en la comida de navidad: " así te va" cuando hablamos de mi punto de vista en cosas de pareja.  Me lo tomo como un triunfo. La familia es la mejor escuela para practicar la tolerancia porque no te puedes tirar al cuello como te apetecería.
     Así que no dejaré de fumar, jamás hago dieta ni voy al gimnasio, me adapto al trabajo como un camaleón ;  no miento , aunque debería hacerlo más a menudo; me preocupo por las personas y mis afectos más de lo que se lleva; no quiero amor de hombre , que duele mucho y te idiotizan la razón. Qué propósito me queda?
     Ni propósitos, ni deseos, tan sólo la seguridad de que los días que me queden por vivir, voy a hacerlo.
Y que sean felices para todos!!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

HUECO VACIO

    Hay días que hubiese preferido no levantarme.... o sencillamente no existir ; mejor, dejar de existir por un tiempo para evitar tanta revoltura, tanta desazón, tanta nostalgia pegajosa.
   Si pudiese desprenderrme de los recuerdos..., si al menos no vinieran impregnados de sensaciones ciegas y  con  ese dolorcito agudo y tenaz que está taladrándome un hueco enorme en algún lugar que no llego a definir.....
   Cuando era pequeña tenía una muñeca con pilas en la espalda. Si  el juego terminaba le quitaba las pilas y la pobre " Dulcita" quedaba inerme en un lugar del cajón de los juguetes. Al menos descansaba de los avatares a los que yo  la sometía. Debe ser ese espacio, el de las pilas, el agujero que me está creciendo por dentro.
    Hay días que me gustaría quitarme las pilas que me hacen sentir,  para moverme como una autómata descorazonada y no tener que soportar los recuerdos de sus  oscuros  y perversos abrazos y hacer como él , andar por la vida desposeída de piél, de alma,  de sangre en las venas y sentirme, como él  , el amo del mundo y el rey de las fiestas aún sabiéndose una Sombra gris y helada.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

NOVIEMBRE DE NUEVO

         El  mes de noviembre me regala un año más el vuelo de las grullas. Como pájaros de otro mundo me acompañan en la carretera haciendo los kilómetros más livianos. La silueta de una grulla en vuelo tiene la elegancia de Nijinsky en el escenario y me hacen levantar la mirada del gris asfalto.
         Este año le acompañan  los sones, aún lejanos, de las andanzas políticas previas a las elecciones locales y autonómicas; unos se van, otros llegarán, y también los hay que vuelven; será por la misma adrenalina que nos engancha a las que observamos expectantes el espectáculo, ejerciendo el poder sobre nuestras vidas y transformándonos a nosotras mismas. 
      Las tardes de noviembre  me traen el bálsamo de la amistad que huele a bizcocho recién hecho, amasado con confidencias, complicidad y se come con el alma encima de la mesa y el corazón en la mano sin miedo a que en un traspiés te lo pisen. Otras tardes me regalan el olor a heno, a los pastos donde las cabras recién paridas pasean esa maternidad distraida de quien no sabe ni cómo ha ocurrido.   
       Al caer la noche me invade de nuevo el sabor amargo y húmedo de la deslealtad, como el whisky  que la propicia, como la música que la acompaña. Es el sonido de aguas turbulentas bajo el puente que yo creí indestructible, como el de Benedetti,  sobre el que tantas veces traspasé las sombras abismales que tú ponías a mis pies.No queda ni táctica ni estrategia.  La deslealtad se bebe a sorbitos, pero siempre sabe a hiel, como el olvido forzado.
    Noviembre llega gris, frío, con olor a vela derretida y nostalgias que no cesan; habrá que vivirlo.

lunes, 11 de octubre de 2010

DECIR ADIOS

           

              La vida está llena de adioses, pero no todos los adioses son iguales.
          Los mas sencillos son los que pronunciamos como automatismos, ante aquellas cosas o personas que no calaron nuestra piél.
         Otros están cargados de esperanza en el retorno; sabemos que la distancia no borrará su recuerdo, ni el deseo de volver.
     También los hay desgarradores, pero necesarios para sobrevivir. Esperamos que la distancia borre la nitidez de su estela y  el tiempo haga su trabajo en el olvido.
    Los adioses pueden llegar a ser concéntricos. Los pronunciamos con seguridad pero sabemos que volveremos a encontrarnos, sobre todo cuando los decimos con la voz de la razón a sabiendas  de la traición del corazón, que  siempre gana su batalla. Son los adioses que van cubriéndonos con la corteza que protege del dolor y el desengaño. Como árboles milenarios si nos abrieran  escribimos nuestra historia incapaces de avanzar.
     Atada al reencuentro inevitable  con tus  besos y abrazos voy creando mi coraza ante el mundo, silenciando mis razones para  olvidarte y engañándome en cada despedida, que duran  lo que tardas tú en buscarme y yo en  reencontrarte.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

MI BALCON

    La soledad pasea sola; aún la puedo ver desde mi balcón. Aún no necesito cerrar el ventanal que me une y me separa de esta plaza mágica en la que vivo. En el tiempo  se atisba   la llegada del otoño sin impedirme disfrutar desde mi sofá de  los sonoros silencios que se producen fuera. Lejos va quedando el griterío veraniego que diluía la soledad, adormeciéndola lentamente hasta el sueño. 
                    El pequeño espacio en el que sobrevivo me acoge, me ubica y me reconforta. Mirar hacia afuera a veces es  vertiginoso,otras esperanzador. El espectáculo de mi vida queda colgado de la barandilla, confundiendo la realidad con los ensueños y las sombras y los silencios con  fuegos artificiales; mejor no invitarlo a entrar porque tendríamos que entendernos.
                Sin salir ni entrar, recorre la  soledad el pequeño trecho que nos separa a las dos, para reencontrarnos, un día más, en la cama que compartimos.